HIMILCE. LA DAMA DE PLATA

Pero no es sólo la hegemonía marítima y territorial lo que se ventila en la lucha entre estos dos colosos, sino también, la imposición de una de las dos concepciones opuestas del mundo que representan.

La historia de vida de la princesa oretana Himilce, transcurre durante la Segunda Guerra Púnica, llamada por los coetáneos Guerra de Aníbal por el indiscutible protagonismo de Aníbal Barca, guerra en la que Iberia, será escenario decisivo. En Iberia se gestó el proyecto de revancha que desató la guerra y su territorio fue campo de entrenamiento donde se forjaron dos genios militares, Aníbal y Escipión, que determinaron el devenir histórico.

La característica principal de la situación de las tierras peninsulares en esta época, es la fragmentación. Habitada por un conglomerado de pueblos de procedencias distintas y diferentes estructuras sociales, la península Ibérica constituye un mosaico de pequeñas ciudades-estado, dirigidas por jefes locales llamados reyes o régulos que, debilitados por las continuas luchas entre ellos, resultan presas fáciles para la colonización por fenicios, griegos, cartagineses y la posterior conquista romana. Uno de estos reyes es Mucro, que domina Oretania y sus ricas minas de plata, cuya hija Himilce, contrae matrimonio con Aníbal Barca. Desde ese momento, la vida sencilla y tranquila de Himilce sufrirá un vuelco insospechado.

Arrastrada por el vendaval de la guerra, la historia de vida de la princesa oretana viene a ser una historia de amor y guerra, de heroicidad y traiciones, de tragedia y gloria, que no puede entenderse sin tener en cuenta los acontecimientos que sacudieron el mundo mediterráneo de su tiempo Su azaroso destino, estuvo estrechamente ligado a los avatares de la guerra y a la suerte de Aníbal Barca. Con Himilce penetraremos en los arcanos tiempos de nuestra infancia cultural, conoceremos el modo de vida de los pueblos iberos y de los que con ellos se relacionaron. y con el gran estratega púnicos, asistiremos a sus épicas hazañas, que estuvieron a punto de cambiar el curso de la Historia. De la mano de su afamado esposo y de la pluma de los autores grecolatinos, Himilce, protagonista de nuestra novela, tuvo el gran honor de ser la primera española en entrar en nuestra Historia y en la Historia universal.